No dejes que tus vacas lecheras se pongan en huelga este verano

El verano trae pensamientos de helado y béisbol. La celebración de la liga pequeña posterior al juego lleva a ambos equipos a la heladería local para disfrutar de un refrescante helado.

Las vacas lecheras no juegan béisbol, pero trabajan duro y gastan mucha energía produciendo leche nutritiva de alta calidad que se convierte en ese delicioso helado. Un granjero lechero es un "entrenador de vacas" y proporciona los recursos correctos para permitir que las vacas ganen durante el verano.

El calor del verano trae serias consecuencias para las vacas lecheras. Las vacas lecheras tienen un amplio sistema de fermentación digestiva de cuatro estómagos. Ese sistema convierte con éxito pastos y otros ingredientes humanos no comestibles para producir leche saludable y nutritiva con un 97 % de grasa.

En el proceso de elaboración de la leche se genera un gran volumen de productos de fermentación entre los que se encuentra el calor corporal. La temperatura exterior ideal de una vaca lechera es de 40 a 60 grados F. Un día caluroso para una vaca lechera está por encima de los 65 grados F y un día realmente caluroso está por encima de los 90 grados F.

Las altas temperaturas provocan cambios en las vacas lecheras donde presentan uno o una combinación de síntomas. El signo visible que exhiben las vacas lecheras en clima cálido es tasas de respiración más altas, más consumo de agua, menor consumo de alimento, más babeo, menos rumia y menos tiempo acostado. Dentro de la vaca, ocurren cambios que incluyen temperaturas corporales más altas y un estómago (rumen) más ácido.

Más abajo en el sistema digestivo, los intestinos cambian y se vuelven más permeables, a menudo llamados "intestino permeable". El intestino permeable crea una condición en la que las vacas se vuelven más propensas a problemas de salud. Como resultado de todos estos cambios, la producción de leche, el porcentaje de grasa en la leche, la reproducción y la salud pueden disminuir. La buena noticia es que los entrenadores de vacas lecheras pueden ayudar a reducir el efecto de estos desafíos. Un entrenador debe observar a sus jugadores (vacas) y ver cómo ayudarlos. Es imprescindible identificar cuándo las vacas están calientes.

Un método práctico y fácil para evaluar el estrés por calor de las vacas lecheras es medir la tasa de respiración. Se necesitan buenas habilidades de observación, unos minutos y un poco de paciencia cada día.

Ingrese en silencio al establo al final de la tarde cuando no se estén realizando actividades de alimentación, ordeño o raspado de estiércol. Cuente las respiraciones de 12 vacas individuales y conviértalas en respiraciones por minuto. Las respiraciones de 40 a 60 son normales, 60 a 79 indican estrés por calor leve, 80 a 99 estrés por calor moderado y más de 100 estrés por calor severo. La alta humedad y las temperaturas nocturnas superiores a los 60 grados crean más estrés.

¿Cómo puede un "entrenador de vacas lecheras" ayudar a mejorar las vacas en el verano? Encienda los ventiladores cuando las temperaturas superen los 68 grados F. Deje que los ventiladores funcionen durante la noche, ya que las vacas lecheras no se enfrían hasta la mañana siguiente después de una tarde calurosa. Se sugieren velocidades de aire del ventilador de 5 millas por hora para todas las vacas de pie o acostadas.

Instale empapadores de agua que funcionen de manera intermitente con la frecuencia y el volumen de agua adecuados. Las referencias de los sitios web brindan orientación sobre la instalación adecuada del sistema de remojo. Los empapadores de agua mejoran la eficacia de la eliminación de calor del cuerpo de la vaca lechera. Por ejemplo, en un caluroso día de verano cuando saliste de la piscina te sentiste fresco. Las vacas obtienen el mismo beneficio.

El diseño de la nutrición y la ración se puede ajustar para reducir los efectos del estrés por calor. Agregue tanques de agua adicionales al establo y proporcione suficiente agua limpia. Limpie los tanques de los bebederos cada semana. Los forrajes altamente digeribles y los coproductos con bajo contenido de toxinas deben administrarse en el verano para brindar una digestión óptima de NDF para respaldar el consumo de alimento. La proteína y los aminoácidos degradables y no degradables adecuados son importantes junto con la fortificación de minerales y vitaminas para apoyar la salud de las vacas. El equilibrio de ácidos grasos respalda los componentes de leche más altos y el rendimiento reproductivo. Los aditivos de las raciones pueden apoyar la salud, la producción y la inmunidad del rumen. Seleccione aditivos que hayan demostrado datos de investigación ajenos a la empresa y que tengan un rendimiento económico mínimo (beneficio:costo) de al menos 2:1.

El "entrenador lechero" efectivo comprende, supervisa e implementa los recursos de calor del verano para llevar con éxito el juego a sus vacas lecheras. Buen éxito a todos los grandes entrenadores de vacas de las granjas lecheras para la próxima temporada de verano.

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